El Efecto de la Casa en la Salud en Comunidades Mayas
By Kayleigh Rohr '20
SPAN 487: Senior Seminar in Hispanic Literature and Culture
This paper deals with the impact of home and housing on health in Mayan communities, particularly in Yucatán. Kayleigh’s expansive investigation draws from areas such as human rights, environmental studies and the biological sciences in order to illustrate the interdependency of housing and access to culturally-appropriate health care. In choosing her piece for submission to the Writing Anthology, I considered Kayleigh’s coherent and sensitive integration of the diverse factors at play in improving health care in Mayan communities. I was also impressed by the fact that she conducted–completely on her own accord–personal interviews for this project with our Mérida program director, Lisa Munro, and a Central alum, Liberty Wickman, who works for a health-related non-profit in Mexico.
– Kathy Korcheck
I. Introducción
La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de México (CDI) define como indígenas a las personas que forman parte de un hogar donde el jefe(a), su esposo(a) o alguno de los ascendientes declara ser hablante de idioma indígena. Su estimación publicada para 2015 correspondió a 25.6 millones de personas (Bello). Sin embargo, hay un problema grande en las comunidades indígenas: mucha gente vive en la pobreza grave, lo cual impide la habilidad de tener una vivienda saludable. Los criterios para definir una vivienda saludable, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyen: la ubicación y la tenencia seguras; el diseño y la estructura adecuados; el espacio para una convivencia saludable; las instalaciones básicas; el ambiente apropiado; los hábitos saludables y la protección contra efectos adversos para la salud (Bello, et al). La casa influye la salud en varias maneras: la ubicación, las tradiciones, la intervención (o la falta de intervención) del gobierno, y la pobreza. Por eso, hay diferencias entre las maneras en que se debe tratar a un paciente de varias culturas. Entonces, se tiene que adoptar una comprensión crítica de la relación entre vivienda y las tradiciones con la salud para mejorar el tratamiento de los pacientes.
México tiene niveles promedio de salud inferiores a los esperados para su desarrollo. A pesar de haber mejorado con el tiempo, el país lo ha hecho a un ritmo menor que lo adecuado. También, contrastes diferentes existen entre regiones geográficas, grupos étnicos, y niveles socioeconómicos. La desigualdad en los indicadores es reflejada en la desigualdad en la acción pública, ya que el gasto público en salud ha dejado cerca de la mitad de la población fuera de los sistemas de seguridad pública, según Loewenberg (1680-1682).
Un grupo étnico que ha experimentado considerable marginalización en México es la gente maya. Las comunidades mayas están situadas en el sur de México, específicamente en los estados de Chiapas, Oaxaca, Campeche, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán, y también en Guatemala (“Maya Civilization”). Hoy en día, hay casi seis millones de personas mayas, y son el grupo indígena más grande al norte de Perú. Los grupos más grandes incluyen los yucatecos, los tzotziles, y los tzeltales (“Maya Civilization”). Los yucatecos viven en la península de Yucatán en un clima tropical, y los tzotziles y tzeltales viven en los altiplanos de Chiapas. Otros grupos grandes incluyen los cakchiqueles de Guatemala y los kekchis de Belice. Cada grupo habla un idioma maya diferente, pero todos son de la familia lingüística maya. Es un testimonio a las diferencias de cada subgrupo de los mayas. Las regiones mayas han sido sometidas a una intensa agitación política en las últimas décadas, con importantes pérdidas de vidas y devastación económica. Si bien muchos mayas han sido asesinados durante guerras civiles, en otros países como Guatemala se han visto obligados a abandonar sus hogares y buscar refugio en países como México, Estados Unidos y Canadá. Este fenómeno les hace pensar en la presencia (o la falta) de los derechos para las personas afectadas que incluyen los derechos a una casa digna y un sistema de salud adecuado.
II. La vivienda
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU):
Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
Esta cita es parte de la Declaración Universal de Derechos Humanos que fue firmada por los países de la ONU, incluyendo México y Guatemala. Los estados también deben asumir responsabilidad para garantizar que toda la población disfrute de un nivel de vida adecuado. El artículo reconoce que los alimentos, la ropa, la vivienda, la atención médica, y los servicios sociales son componentes esenciales de un nivel de vida adecuado para la salud y el bienestar. Definir los estándares que deben evaluar estos componentes es difícil, ya que los estados con diferentes historias y capacidades económicas y sociales tienen diferentes ideas de un nivel de vida adecuado.
Por estas razones, el acceso insuficiente al derecho a la vivienda es una amenaza al derecho a la integridad física y mental de las personas afectadas, y pone en riesgo el derecho a la salud, a la educación y al libre desarrollo de las personas. Según Krieger y Higgins, condiciones malas están directamente relacionadas con una amplia variedad de enfermedades, incluyendo infecciones respiratorias, asma, heridas, y salud mental. Por ello, la vivienda inadecuada es un tema de salud pública. Por ejemplo, una característica especialmente alarmante es la falta de agua aceptable y salubre, especialmente en regiones rurales, lo cual está relacionado con varias enfermedades. Muestra la relación entre la ubicación de la casa y disponibilidad de varios recursos necesarios. Por lo tanto, la vivienda deficiente afecta múltiples dimensiones de la salud. Existe evidencia de que, en parte, las malas condiciones de la vivienda contribuyen a aumentar la exposición a peligros biológicos, químicos, y físicos, que afectan directamente los procesos fisiológicos y bioquímicos. Además, las preocupaciones sobre la vivienda deficiente son un factor estresante psicosocial que puede conducir a problemas de salud mental (Krieger & Higgins). Muchas personas ven la falta de una casa como un fracaso personal, y puede causar sentimientos de depresión o ansiedad. Finalmente, un refugio es parte de la base de la jerarquía de necesidades de Maslow. La base está compuesta de las necesidades fisiológicas (necesidades fundamentales para la sobrevivencia), como comida y agua suficientes. Entonces, se necesita refugio antes de se pueda apreciar seguridad, sentimientos de pertenencia, y más.
Además, la ONU explica que las personas indígenas son más susceptibles a vivir en condiciones impropias y experimentan discriminación sistémica con frecuencia en el mercado inmobiliario, especialmente en términos de servicios básicos, la vulnerabilidad de estar desplazados, tenencias inseguras de las tierras tradicionales, y las alternativas culturalmente inapropiadas de vivienda ofrecidas del gobierno. La ONU también dice que las personas indígenas luchan contra la discriminación en las políticas y leyes que causan desacertadas asignaciones de recursos para obtener una vivienda, como créditos y préstamos (Smart, et al). En respuesta, la ONU cita articulo 11 (1) del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales, y Culturales que establece el derecho a la vivienda a cada persona. Junto a eso, artículo 2 (2) instituye todos los derechos del pacto que tienen que ser ejercitados sin discriminación (Smart, et al). Cuando los artículos son juntados, el derecho a una vivienda digna debe ser ofrecido sin obstáculos por razones discriminatorias. Para añadir, la Constitución mexicana declara que es la responsabilidad del gobierno de ayudar a las comunidades a mantener un estándar de vida apropiado:
Para abatir las carencias y rezagos que afectan a los pueblos y comunidades indígenas, dichas autoridades, tienen la obligación de: (…) IV. Mejorar las condiciones de las comunidades indígenas y de sus espacios para la convivencia y recreación, mediante acciones que faciliten el acceso al financiamiento público y privado para la construcción y mejoramiento de vivienda, así como ampliar la cobertura de los servicios sociales básicos. (Smart, et al)
Entonces, es claro que el derecho fundamental a una vivienda digna protege a todas las personas y, por tanto, no debe ser limitada a sólo algunas poblaciones. Y si eso no es el caso, es la responsabilidad del gobierno de intervenir para resolver el problema y asegurarle los derechos a cada persona. Además, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas de 2007 reconoce que las comunidades indígenas deben tener el derecho para determinar sus políticas y programas de la vivienda (Smart, et al). Gracias a los documentos, la base para establecer los derechos de las comunidades indígenas es evidente, y estas comunidades deben recibir el apoyo necesario para competir con comunidades no indígenas, incluyendo el derecho a un sistema de salud bien equipado para proporcionar cuidado necesario y apropiado.
También, la vivienda debe garantizar la expresión de la identidad cultural y la diversidad. Es importante que cada persona se sienta segura en su identidad en su casa y pueda practicar sus creencias, y eso es clave para mantener la diversidad en el mundo. Pero, para lograrlo, es fundamental que cada persona tenga refugio en un lugar seguro, limpio, y digno, especialmente para preservar la salud mental y física. Más allá de este punto, es clave que cada persona reciba asistencia médica dentro de un radio de su comunidad aceptable, o sea, que no tenga que viajar muchísimo para recibir la asistencia necesaria para sobrevivir. Sin embargo, el sistema de salud no está tan disponible a las poblaciones indígenas en comparación con las poblaciones no indígenas. Por eso, parece haber una incidencia más alta de algunas enfermedades, mortalidad materna, y más. Entonces, la conexión entre la vivienda y la salud es clara y es importante reconocerla.
III. El sistema de la salud
El sistema de la salud no está equipado para ayudar el número de habitantes en las comunidades mayas. La falta de médicos licenciados y clínicas ha creado un desafío muy grande para la gente indígena, y por eso, muchas personas no tienen acceso a un sistema de salud. Sin ayuda médica necesaria, los problemas se amplifican, y es como un efecto de dominó. Hay una “falta de medicamentos, insumos médicos, de laboratorio, vacunas, material de curación, instrumental, equipo médico y su mantenimiento” (CDH). También, la falta de personas con la educación necesaria es una causa de la falta de médicos debido a razones financieras, la ubicación, y las creencias tradicionales. Según Freyermuth-Enciso, “en los países latinoamericanos las personas que acceden a la educación médica son parte de una élite social” (30) porque aceptan a los estudiantes con las calificaciones más altas en los exámenes. Sin embargo, sin la presencia de una educación básica, es muchísimo más difícil lograr las calificaciones necesarias: “en los [lugares] donde la educación básica es deficiente, pierdan la oportunidad de acceder a esta profesión” (30). También, Freyermuth-Enciso dice que “la clase social es un elemento que distingue las prácticas culturales sobre los distintos consumos incluido el de los bienes de la curación” (30). Eso es importante porque la gente entiende la importancia de las prácticas tradicionales y tiene la sabiduría para consolar a los pacientes: “un servicio de salud logra proporcionar seguridad cultural, entendida como la capacidad de sus agentes de comunicarse completamente con sus pacientes desde un punto de vista político, económico, social, espiritual, y lingüístico” (30). La capacidad de interactuar efectivamente y considerar a la gente como personas con derechos implica además obtener el consentimiento informado sobre los procedimientos médicos a los que se las someten y construir una nueva cultura en salud con la participación más activa de los usuarios de los servicios.
En estas regiones, hay una influencia de la medicina tradicional. Las prácticas medicinales muestran el papel de la casa porque las tradiciones forman la idea de cuáles tipos de prácticas son necesarias. Las tradiciones originan en las creencias de la familia y son ampliamente enseñadas en la casa. Muchas comunidades mayas tienen un curandero (sanadores tradicionales) debido a la presencia de enfermedades específicas, como el susto o mal de ojo (enfermedades psicológicas que causan síntomas físicos). Los curanderos son necesarios porque estas enfermedades “are not recognized by Western science; they require a curandero and they have very clear physical symptoms and are not caused by a physiological illness,” según Lisa Munro, PhD, quien trabajaba en Guatemala con grupos indígenas durante su tiempo con el Cuerpo de Paz. El susto es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona, y es conocido como la pérdida del alma y “puede definirse como un ‘impacto psicológico’ de intensidad variada que se padece a consecuencia de factores diversos entre los que se encuentran los de índole sobrenatural, fenómenos naturales y circunscritos en experiencias personales que emergen como eventualidades fortuitas del todo inesperadas” (Guzmán, Chávez y Mónica). También, se clasifica como la pérdida de una entidad anímica. Algunos de los síntomas incluyen una falta de apetito, decaimiento, y palidez. Los tratamientos del susto son variados. El susto debería ser tratado “como una totalidad en la que pueden reconocerse elementos específicos, más o menos al determinar un complejo mórbido e incluso complicaciones” (Guzmán, Chávez, y Mónica). Entonces, es importante que un médico pueda reconocer estas enfermedades y referir al paciente a otro sitio para proveer el cuidado apropiado.
Ahora, según Lisa Munro, hay una exigencia de curanderos en Los Ángeles debido a la presencia de inmigrantes latinoamericanos allá. Muchos de los inmigrantes buscan curanderos después de sus viajes a los Estados Unidos porque muchos de ellos han tenido experiencias traumáticas. Entonces, demuestra la importancia de su cultura a pesar de su localización física en el mundo; sus tradiciones son una fuente de confort, como la casa. Eso es un testimonio a la importancia del papel de los curanderos tradicionales, especialmente porque es casi imposible recibir el cuidado semejante afuera de las prácticas de los curanderos. Demuestra el efecto de las tradiciones (que empiezan en la casa) en la manera que alguien busca la atención médica. Entonces, los médicos deben entender esta situación porque si hay un paciente que está buscando un tratamiento tradicional, el médico puede prescribir los próximos pasos.
IV. Los derechos
La falta de una garantía para los derechos en regiones indígenas y rurales es un problema grande que se atribuye a la falta de un sistema de salud sostenible. Los derechos incluyen el acceso a instalaciones sanitarias adecuadas y servicios, así como las medidas apropiadas de los Estados en relación con determinantes socioeconómicos de la salud, tales como la comida, el agua y el saneamiento, las condiciones de trabajo seguras y saludables, la vivienda y la pobreza (Smart, et al). Para el Centro de Derechos Humanos en Chiapas la crisis crónica del sistema de salud chiapaneco es un reflejo más de la crisis general y de la incapacidad de gobernar en el estado, lo cual es obvio entre la violencia y las tasas de muertes, la corrupción en la estructura del estado y la falta de intervención del gobierno para resolver los problemas como la pobreza, educación, justicia, salud, y muchos más (CDH). Por ejemplo, según Freyermuth-Enciso, la tasa de la mortalidad materna es tres veces más grande en Chiapas que el resto de México (30). Un 70% de las mujeres que vivían en comunidades de menos de veinte mil personas y generalmente, de poblaciones indígenas, era analfabeta o cumplía sólo la educación primaria. La percepción de los médicos de ser desacreditados y la desconfianza de la población hacia ellos dificultan en las comunidades la atención primaria de las urgencias, obstaculizando la canalización de pacientes al ámbito hospitalario enclavado. También, se impide la permanencia prolongada del personal de salud en la comunidad.
Una región donde este problema es muy evidente es la región Altos Tsotsil-Tseltal, que está compuesta de dieciocho municipios, en los que 54% de la gente solo habla el idioma indígena (Loewenberg). También, en esta región ha ocurrido en los últimos once años el mayor número de muertes maternas en Chiapas, por lo que ha sido foco de preocupación de las autoridades de salud tanto a nivel federal como estatal (Freyermuth-Enisco 30). Los problemas en el encuentro médico explican las tasas altas de muerte (especialmente materna) así como los porcentajes de la población que fallecen sin solicitar atención médica. Se complica en la medida en que las mujeres viven en condiciones de profunda inequidad que se demuestra en las dificultades para asistir a la escuela. Muchas veces, son analfabetas y monolingües (debido a la falta de educación por mujeres en su comunidad de origen) y viven sin el derecho de decidir sobre su propia salud y cuerpo debido a esta falta (Jiménez Acevedo & Núñez Medina). El sector de salud ha profundizado el problema por la oferta de atención médica mediante una persona que no sabe el idioma local, lo que impide el cumplimiento del bienestar de las pacientes porque no reciben información suficiente, clara y cierta.
Para mejorar las relaciones entre los pacientes y los médicos, es necesario considerar las prácticas y los principios de la interculturalidad. Se tiene que construir lazos de confianza y el proveedor de los servicios de salud debe reconocer la necesidad de una autorreflexión sobre sus prácticas. Las prácticas deben reflejar un conocimiento general sobre la población a la que atiende; los médicos deben ser abiertos de aprender sobre la cultura y la gente. Una organización que trata de aprender sobre la población a la que sirve es Compañeros en Salud (CES). CES fue fundado por Paul Farmer en Haití. La meta de Farmer es construir un sistema beneficioso para la gente indígena y crear confianza entre la gente y los médicos. Por ello, la relación médico-paciente replica las relaciones aprobadas por la comunidad y las familias. Un aspecto que funciona para esta meta es que los empleados y voluntarios se reúnen con la gente y les preguntan sobre lo que quieren para servicios médicos. También, ofrecen programas para formar a las mujeres para proveer examinaciones básicas (presión arterial, mediciones de glucosa, exámenes de salud mental, y más). Ahora, hay casi 100 mujeres en Chiapas que proveen cuidado culturalmente apropiado para la gente indígena. También, las mujeres pueden eliminar los obstáculos de distancia: por ejemplo, “some people live two hours from the clinic so a lot of these women may live closer and go to their houses and see them in their native tongue” (Wickman). Según Liberty Wickman, quien trabaja por Compañeros de Salud en la Sierra Madre, la gente en las comunidades está aprensiva a CES en el principio, y hay mucha duda. Entonces, CES trabaja mucho para ganar la confianza de la gente e indicar que va a quedar en la comunidad y proveer servicios médicos por mucho tiempo. El propósito de CES es integrar el conocimiento de medicina occidental con las creencias de la gente indígena. Según Wickman, CES “encourages them to support traditional treatment. Although [their treatments] might be a placebo effect, traditional treatment does help provide great care on a comfort level and bridge the gap between clinical care and modern medicine.” Liberty Wickman ha hablado sobre clases que tienen los empleados de CES con las parteras tradicionales donde les enseñan a los otros sobre sus prácticas.
Un fenómeno que ha contribuido a la falta de intervención apropiada del gobierno es “ONGismo.” Las organizaciones no gubernamentales (ONG) son organizaciones que operan independientemente de cualquier gobierno y cuyo propósito es abordar un problema social o político. Estas organizaciones completan el papel de los servicios públicos donde el gobierno falta. Por ejemplo, hay muchas ONG que proporcionan el cuidado médico necesario para algunas de las comunidades indígenas. El problema con esta situación, según Lisa Munro, es que las ONG “are not beholden to the people they serve but. . .to the board of directors and do not make decisions that help the people, but. . .the organizations that they serve. Because of this, so many non-profits keep the state from doing anything; the government looks at the people like they don’t need help to do anything because they have a [non-profit] and don’t see a need to change.” Por otro lado, cuando la presencia de las ONGs creció, el sector de asistencia médica privada lo hizo también y más personas empezaron a asistir estas clínicas (Chary y Rohloff). Las clínicas privadas proporcionan cuidado personalizado y los servicios son mejores en comparación con los servicios de las clínicas públicas, que muchas veces no tienen un horario concreto, no son ubicadas efectivamente, y no tienen las medicinas necesarias. El problema con las clínicas privadas es que el gasto para una consulta con un médico cuesta más de dos días de trabajo, según Chary y Rohloff. A pesar de que muchos de los voluntarios de los ONGs tienen intenciones buenas, hay problemas con la manera en que funcionan las clínicas. Primero, hay una falta de comunicación efectiva. Muchas clínicas tienen traductores de inglés y español, y también para español y el idioma indígena, pero no hay traductores suficientes para ayudar a todos los pacientes presentes (Munro). Por eso, hay mucha comunicación mala entre los médicos y los pacientes. Otro problema es que muchas clínicas, especialmente de los Estados Unidos, proporcionan medicinas que no están disponibles en las regiones que sirven. Por ejemplo, los pacientes reciben medicina por un mes, pero después de un mes, es casi imposible recibir más de la medicina y se regresa a la salud mala otra vez. Representa una desventaja para las personas que viven en comunidades rurales sin acceso a un hospital o farmacia modernos porque no tienen una manera de continuar el tratamiento sin la presencia de asistencia extranjera.
V. La conexión entre la casa y la salud
En gran parte del mundo, hay complicaciones con los derechos y las tendencias en las regiones indígenas, y México y América Central no son excepciones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS/WHO),
Housing is a complex construct that cannot be represented merely by the physical structure of the home. The WHO understanding of ‘housing’ is based on a four-layer model of housing, taking into consideration the physical structure of the dwelling as well as the meaning of home, and the external dimension of the immediate housing environment, and the community with neighbors.
Las condiciones inadecuadas de la casa pueden causar efectos sanitarios directos. Algunos ejemplos incluyen la presencia de moho o una falta de servicios higiénicos. Las estructuras adecuadas son determinadas por la calidad de la casa y son responsables por la funcionalidad de la casa y la protección contra amenazas de la seguridad. En una comunidad, los factores parecen independientes de las condiciones de la casa; un ejemplo es la etología social que depende de la educación, las características socioeconómicas, y más (Loewenberg). Estos elementos afectan cómo vive la gente en la comunidad. Finalmente, el ambiente de la casa inmediata está relacionada con la distribución de las casas en la comunidad, que afecta las relaciones con los otros miembros de la misma y la presencia de servicios públicos.
Primero, la situación física de la casa presenta algunos problemas. La ubicación es perfecta para el café y el chocolate, y para ganar pago de estos productos, pero es difícil plantar y crecer frutas y vegetales debido al clima, especialmente si no van a venderlos. Entonces, la consumición de nutrientes es muy limitada. Según Liberty Wickman, “Due to a limited fruit and veggie intake, people have a reduced vitamin intake. Also, meat is expensive, and most do not have access to a market, leading to a lot of chronic malnutrition and stunting. A lot of these people live in a food desert.” Segundo, la ausencia de agua corriente crea charcos de agua y muchos problemas: “due to a lack of running water there are pools of water which become breeding ground for larvae.” Otros problemas que son desafíos grandes para superar incluyen la pobreza y la presencia de tradiciones y papeles familiares. Muchísima gente indígena vive en la pobreza: “In Mexico, 71.9% of the indigenous population, which includes 8.3 million people, was in a situation of poverty in 2016” (The Yucatan Times). La pobreza es un ciclo que perpetúa otros problemas: “more than 30% of the indigenous people in Mexico did not have access to a balanced meal, 8 out of 10 did not have social security and 56.3% did not have basic services (concrete floor, running water, electricity) at their homes” (The Yucatan Times). Estos servicios básicos tienen una gran influencia en la salud en varias maneras: la falta de agua corriente, la falta de comida suficiente y saludable, y más.
Otro elemento muy peligroso para la salud es la presencia de humo en la casa debido al uso de las estufas tradicionales. Las estufas usan leña para la fuente de combustible que crea problemas respiratorios para mujeres y niños cuando cocinan. El humo de la leña contiene un grado extenso de sustancias tóxicas, incluyendo el monóxido de carbono (CO) que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como “el asesino de la cocina.” Según Nijhuis,
The typical cooking fire produces about 400 cigarettes’ worth of smoke an hour, and prolonged exposure is associated with respiratory infections, eye damage, heart and lung disease, and lung cancer. In the developing world, health problems from smoke inhalation are a significant cause of death in both children under five and women.
En las comunidades de la Huasteca, ubicadas en la costa del Golfo de México y cerca de Veracruz, existe una elevada incidencia de enfermedades respiratorias, principalmente neumonía y bronquitis. La zona maya de Yucatán es donde las autoridades de salud reportan el mayor número de enfermedades respiratorias causadas por el humo que genera quemar leña o carbón dentro del hogar. En México, alrededor de 19 millones de hogares en las poblaciones indígenas, rurales y urbanas marginadas, utilizan la leña para cocinar, otros ocho millones alternan la leña con el uso de gas (Herrera Portugal, Franco Sánchez, Pelayes Cruz, Schlottfeldt Trujillo, Pérez Solís). También, la necesidad de recoger madera suficiente para las estufas quita tiempo que se puede pasar en la escuela, el trabajo, o en la casa con la familia. Nijhuis dice que familias pasan más de veinte horas o más cada semana recogiendo leña, y “Only 11.4 % of indigenous households in Chiapas own a stove, and this rate declines to 8.6 % for Tzeltal communities in Chiapas. Illnesses as a result of this exposure take millions of lives every year.” Sin embargo, la comunidad no acepta tan fácilmente un tipo de estufas nuevas y muchas personas dudan de este estilo por razones económicas. Las estufas tienen que ser asequibles y fáciles de obtener y utilizar, especialmente porque los gastos en gasolina para cocinar son una parte significativa de los ingresos de las familias rurales. También, el estatus de las mujeres es influido por sus habilidades de cocinar, entonces muchas prefieren la estufa original porque creen que producen mejor comida (Herrera Portugal, Franco Sánchez, Pelayes Cruz, Schlottfeldt Trujillo, Pérez Solís). Por otro lado, Kirk Smith de la Universidad de California Berkeley y su equipo investigador han determinado que la calidad del aire ha mejorado con la implementación de las estufas nuevas, pero los resultados demuestran que el proceso de mejorar la calidad será largo. Aun así, la frecuencia de las enfermedades infantiles es más alta que las recomendaciones de la Organización de la Salud Global (Nijhuis). En conclusión, la presencia del humo en la casa por las estufas tradicionales afecta la salud de cada miembro de la familia, y a pesar del hecho de que hay alternativas, son difíciles de adoptar. Entonces, muestra que las tradiciones son tan integradas en la casa que es imposible separar una de la otra. Sin embargo, con el cambio del conocimiento de la salud, es importante que los estándares cambien para proteger cada vida. Pero también, se tiene que respetar las tradiciones de cada cultura. Entonces, es la responsabilidad de los catalizadores del cambio de considerar la importancia de la tradición cuando tratan de cambiar elementos de la casa y la cultura. En general, es un buen ejemplo del efecto de la casa en la salud y cómo puede afectar a cada miembro de la familia.
VI. Conclusión
La casa influye la salud en varias maneras: la ubicación, los recursos disponibles, las tradiciones, y el estatus de sistema de salud en los estados mexicanos. Para las comunidades mayas, las implicaciones influyen los derechos de las personas, y todos los elementos están interconectados. Por eso, se debe analizar el sistema de la salud a través de varias perspectivas. El derecho a una casa digna (y si se cumple o no) afecta el derecho a un sistema de salud adecuado. Los derechos a una vivienda incluyen la ubicación y tenencia seguras, el diseño y la estructura adecuados, el espacio para una convivencia saludable, las instalaciones básicas, el ambiente apropiado, los hábitos saludables, y la protección contra efectos adversos para la salud (Bello, et al). Estos derechos incluyen la calidad de vida en varias maneras como el mantenimiento de la salud. El acceso a un sistema de salud adecuado es un derecho también e incluye acceso a un médico que habla el idioma apropiado y que tiene la sabiduría sobre la cultura del paciente para proveer el cuidado apropiado y los servicios necesarios para proteger la calidad de la vida. Algunos factores clave son la tasa de la mortalidad materna y la falta de clínicas en regiones indígenas, y para mejorarlas, tiene que haber un cambio en la estructura del sector de salud en el gobierno. Aunque cada grupo étnico es muy diferente y tiene opiniones diferentes sobre el estilo de vida (incluyendo la vivienda), cada persona debe tener acceso a servicios de la salud adecuados y apropiados.
Works Cited
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