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El feminismo disimulado en “La indiferencia de Eva” de Soledad Puértolas

By Katie Haffenden '18

SPAN-323: Introduction to Hispanic Literature

Katie chose to work on a challenging short story from 1982, by Spanish writer Soledad Puértolas. After creating and then tossing out a self-generated phrase to describe Puértolas’ strategies in the piece, Katie developed what she calls “feminismo disimulado” (“hidden” or disguised feminism) to describe Puértolas’ particular approach for tackling women’s inequality as writers in the early post-Franco era in Spain. This originality in her approach, along with the primary and secondary source evidence she employs to support her argument, demonstrate that Katie is just the type of active reader she describes in her own analysis.

–Kathy Korcheck


En el libro de relatos Una enfermedad moral, publicado en 1982 y escrito por Soledad Puértolas, hay un cuento llamado “La indiferencia de Eva.” Para el lector ocasional es posible que el cuento parezca como si nada significante ocurriera. Por otro lado, un lector activo puede determinar algunos temas importantes en el cuento que conectan bien con la historia de las relaciones entre hombres y mujeres en España. Durante las décadas de los setenta y ochenta del siglo XX, el feminismo aún no era muy aceptado en la sociedad, pero todavía estaba presente en las obras de muchas escritoras españolas (Tsuchiya 215) que usaban elementos feministas incluyendo “techniques of subversion and parody, or the construction and deconstruction of ‘feminine’ (or gendered) identities and discourses” para criticar los sistemas literarios dominados por hombres y redefinir los papeles de los hombres y mujeres (215). Aunque estos elementos feministas estaban presentes, las escritoras los escondieron para que pudieran tener éxito en el mundo literario controlado por los hombres mientras que ellas expresaban sus creencias. Soledad Puértolas usa un feminismo disimulado en “La indiferencia de Eva” para cuestionar la estructura del mundo literario que prefería las obras de los hombres.

En el cuento “La indiferencia de Eva,” el narrador es un novelista que también organiza las exhibiciones del arte (26). Eva, la otra personaje principal, es una periodista que tiene que hacer una entrevista con el narrador (27). Desafortunadamente, el primer intento de la entrevista no sale muy bien, y los dos planean rehacerla en la oficina de la estación de radio el día siguiente (27). Desde el principio del cuento, el narrador no puede entender por qué Eva no tiene ningún interés en él y sólo puede concentrar en esta idea (25). El día siguiente, el narrador está sorprendido por la elocuencia de Eva durante su parte de la entrevista (29). Aunque Eva tiene éxito en la segunda entrevista, el narrador habla muy torpemente de sus obras y los retos que experimenta él como escritor (30). Deprimido a causa de su entrevista fracasada, el narrador va a un bar y bebe una copa; solo se queda en el restaurante por pocos minutos porque ve a Eva caminando por la calle (31). El narrador sigue a Eva a su coche y él mira cuando Eva empieza a llorar (32). Eventualmente, Eva le permite al narrador a entrar en su coche y los dos llegan a otro bar (34). Al fin, Puértolas insinúa que los dos tienen sexo (36).

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Para entender la importancia de este cuento, es necesario entender el contexto histórico que precede la escritura del relato. Por muchos años en España, las mujeres no tenían derechos básicos. Por ejemplo, las mujeres no podían obtener trabajos fuera de la casa legalmente por muchos años (Tsuchiya 213). En los años treinta, las mujeres experimentaron la llegada de algunos derechos como divorciarse, pero estos derechos desaparecieron rápidamente bajo la dictadura de Franco (213). Durante la década de los sesenta, las feministas tuvieron el derecho de reunirse por primera vez en más o menos treinta años (214). Además, diez años después, el gobierno perdió su habilidad de censurar obras literarias (215). En aquel momento, las mujeres empezaron a expresar más libertad en su escritura, pero muchas escritoras continuaban escondiendo temas feministas en sus obras (214). Todavía era difícil para las escritoras porque si querían escribir de temas muy comunes u abiertamente feministas, su literatura era llamada “femenina” o vista como obras para las mujeres (219). Es posible ver los temas feministas de Soledad Puértolas en “La indiferencia de Eva,” pero se tiene que buscar las pistas en el rompecabezas del cuento. Puértolas ha descrito sus obras como “un mapa de huecos” (citada en Garganigo 142). Esta idea tiene que ver con el feminismo disimulado mencionado arriba. En los huecos presentes a causa de los eventos cotidianos en el cuento, Puértolas puede añadir elementos feministas. En otras palabras, la manera en que Puértolas escribe le permite criticar el sexismo que ha sido presente históricamente en los sistemas literarios dominados por los hombres en España sin decirlo explícitamente.

Primero, un elemento en el cuento que sirve para criticar los sistemas literarios es la ironía de la confianza que tiene el narrador en sí mismo. Desde el principio del cuento, es obvio que el narrador entiende su valor. Cuando él está analizando su primera interacción con Eva, él piensa “Mi nombre no es muy original y bien pudiera suceder que a ella no le hubiese ocurrido relacionar mi persona con la del escritor que había publicado dos novelas de relativo éxito” (28). Aquí, el narrador quiere parecer humilde, pero en realidad, él piensa que es muy importante. También, la manera en que él describe las acciones de Eva muestra su engreimiento. Durante la primera entrevista, Eva tiene dificultades de formular una cuestión apropiada y, siguiendo al narrador, ella “esperaba, sencillamente, que yo le resolviera la papeleta” (26). Puértolas describe al narrador de una forma muy arrogante en esta cita porque parece que a él le gusta pensar en Eva como tonta.

En su artículo, “Language, Desire, and the Feminine Riddle in Soledad Puértolas’s, ‘La indiferencia de Eva,’” Akiko Tsuchiya habla de la presencia de elementos estereotípicos de la “male (literary) experience” que están presentes en “La indiferencia de Eva” (70). Uno de los elementos es el camino para los hombres para que puedan llegar a ser héroes (73). La ironía de la confianza que tiene el narrador en sí mismo es obvia cuando se piensa en este tema. El momento en que el narrador se da cuenta de que no ha llegado a ser el héroe del cuento ocurre durante la entrevista de radio con Eva (73). Aunque el narrador es muy torpe durante la entrevista y no puede formular una respuesta muy buena, Eva es muy natural y el narrador piensa que ella está viviendo su destino apropiado (30). En este cuento, no es el hombre que está viviendo con propósito, sino la mujer. Este elemento feminista es un poco difícil ver inmediatamente, pero existe para criticar los sistemas que valoran a los hombres y sus obras más que a las mujeres y las suyas. En otras palabras, un lector feminista o activo puede entender esta crítica, pero un lector pasivo no entendería la significancia de la situación.

También, la añoranza del narrador para entender a Eva completamente revela un tema feminista. En el cuento, hay muchos instantes cuando el narrador analiza aún los elementos más insignificantes de Eva para llegar a entenderla mejor. Por ejemplo, después de que el narrador llega a la oficina del radio, él piensa muy intensamente en la sonrisa que le da Eva (28). Usualmente, la gente, cuando ve a una persona sonriente, solo piensa en devolverle la sonrisa a la persona. El narrador, por otro lado, tiene que especular en la significancia de la sonrisa porque quiere saber más de Eva. También, su anhelo es muy evidente cuando se queda mirando a Eva. Después de seguir a Eva en su coche, él la mira fijamente desde poca distancia (32). Él no la mira así para comprender cómo ayudarla; solo quiere estudiarla. Estas reacciones muy extrañas muestran la extensión de su interés en entender a Eva.

Otra vez, refiriéndome al artículo de Tsuchiya, otro elemento estereotípico de la literatura para los hombres es el de las mujeres como objetos del “male gaze” (70). Siguiendo a Tsuchiya, las mujeres en la literatura usualmente son importantes solo para realizar los deseos de los hombres (71). El deseo del narrador para entender a Eva viene del problema que ella no satisface los requisitos del narrador. En otras palabras, la frustración del narrador está presente como resultado del hecho de que Eva no actúa como “a mirror designed to duplicate his inflated view of himself” (Arias 4). El narrador quiere entender a Eva porque no cumple el papel que él quiere para ella. El rechazo de este papel tradicional de las mujeres por parte de Eva es un ejemplo importante del feminismo disimulado en la obra.

Es importante notar el uso de la categorización de Eva por parte del narrador como otro ejemplo del feminismo disimulado. En la obra, el narrador, en su esfuerzo por entender a Eva, siempre trata de hacerla encajar en una categoría u otra. Por ejemplo, él habla del hecho de que ella es periodista para comprender por qué está preocupada por la hora de la entrevista (27). La mayoría del tiempo, todo el mundo está preocupado por el tiempo cuando tiene un trabajo para hacer, pero el narrador quiere simplificarla. Mejor dicho, el narrador no puede entender que Eva es una persona completa porque ella no satisface sus deseos, así que él trata de enfocarse en partes de Eva para clasificarla como una cosa u otra. También, la primera oración del cuento es un buen ejemplo de la generalización de Eva por parte del narrador. Al principio de la obra, el narrador dice “Eva no era una mujer guapa” (25). Desde el principio, el narrador quiere reducir a Eva a solo su aspecto, para que él pueda entenderla. Para el narrador, Eva no tiene el mismo valor como él, así que usa las categorizaciones para entender mejor a la mujer como “un enigma” (36).

Los intentos del narrador de simplificar a Eva en exceso son referencias a la discriminación que experimentaban las escritoras españolas y las mujeres españolas en el fin del siglo veinte. Después de la dictadura de Franco, cuando las mujeres pudieron entrar en diferentes ocupaciones, había mucha discriminación contra ellas (Garganigo 143). Específicamente, las escritoras tenían que luchar por los mismos derechos de los hombres. Por ejemplo, en una entrevista con dos escritoras españolas, Soledad Puértolas pregunta, “¿Por qué choca que una mujer asuma una voz masculina? Es que yo, cuando escribo, no soy mujer. En este sentido soy también hombre. Soy de todo…” (Carmona 159). En esta cita, Puértolas está hablando de la diferencia entre la recepción de literatura escrita por hombres y mujeres. Los hombres pueden crear narradores masculinos o femeninos, pero solo las mujeres pueden hablar de las mujeres en sus obras. Es obvio que la categorización es una referencia al sistema injusto que prefiere las obras de los hombres en vez de las de las mujeres. La mayoría del tiempo, los escritores españoles no querían entender la complejidad ni la importancia de las obras de escritoras españolas, y por eso, usaban categorías como “femenina” para discriminar contra ellas (Tsuchiya 217). Aunque esta discriminación no ocurría en todas las situaciones, por muchos años, las escritoras españolas no recibían el mismo tratamiento ni el mismo agradecimiento por sus obras en el mundo literario. También, es interesante notar que el narrador de este cuento es la única persona que muestra su perspectiva de Eva y lo que pasa en el cuento. Este hecho se relaciona muy bien con la idea de que las mujeres en el mundo literario, incluyendo las autoras, son definidas por las opiniones de los hombres controlando el sistema literario.

Aunque es escondido, hay ciertos elementos feministas en el relato “La indiferencia de Eva” de Soledad Puértolas. La confianza que tiene el narrador en sí mismo es muy irónico porque Eva es en realidad el personaje más exitoso en su trabajo y va por el camino correcto. También, la añoranza que el narrador tiene de entender a Eva viene de su deseo que Eva refleje su imagen de sí mismo. Además, el narrador trata de simplificar a Eva en varias maneras en su búsqueda para entenderla, reflejando las categorizaciones bajo las cuales viven y trabajan las escritoras españolas. A causa de la historia complicada de las relaciones entre hombres y mujeres en España, muchas veces los elementos feministas de las obras de escritoras españolas son muy disimulados. “La indiferencia de Eva” revela una historia compleja de la patria de la autora y muestra las dificultades que experimentaban las escritoras españolas y las mujeres españolas durante el fin del siglo veinte.

Works Cited

Carmona, Vicente, Lamb, Jeffrey, and Sherry Velasco, et al. “Conversando con Mercedes Abad, Cristina Fernández Cubas y Soledad Puértolas: ‘Feminismo y literatura no tienen nada que ver”.” Mester 20 (1991): 157-165.

Garganigo, John F., and Edward J. Mullen. Introduction. El Cuento Hispánico: A Graded Literary Anthology. McGraw-Hill. (2004): 142-43.

González Arias, Francisca. “From ‘The Origin’ to ‘The Treasure Chest’: The Short Stories of Soledad Puértolas.” Hispania, vol. 95, no. 1, 2012.

Puértolas, Soledad. Una enfermedad moral. Anagrama, 1988.

Tsuchiya, Akiko. “Language, Desire, and the Feminine Riddle in Soledad Puertolas’s ‘La indiferencia de Eva.’” Revista De Estudios

Hispánicos, vol 25, no. 1, 1991, p. 69-79.

—. “Women and Fiction in Post-Franco Spain.” The Cambridge Companion to the Spanish Novel: from 1600 to Present, Cambridge University Press, 2003, pp. 212-30.